La respiración y el yoga. Un binomio indivisible y que sirve para que nos demos cuenta de la realidad presente que tenemos, de cómo el poder de la concentración que tenemos cuando practicamos yoga nos ayuda en nuestro día a día. Sobre todo, a relajarnos y a aprender a respirar correctamente.
Respirar bien no es sencillo. Tres de cada diez personas respira de forma torácica, una de forma clavicular y el resto lo hace correctamente desde el abdomen. Una de las principales razones que nos lleva a respirar mal es el estrés. El estrés no deja de ser un problema para todos aquellos que no tienen una rutina que les permita desconectar del trabajo, de la familia, etc.
El yoga es una práctica que, además de ayudarnos en la flexibilidad y para mantenernos activos y despiertos también sirve para expulsar al estrés. No sólo por su parte asociada a la meditación sino también por esa parte que nos ayuda a mejorar la concentración y a que respiremos bien, de forma continuada y entrenada de forma inconsciente que fluye de forma natural posteriormente.
Respirar desde el abdomen no es sencillo, pero es como debería hacerlo todo el mundo. En cada asana la respiración y el yoga forman un binomio perfecto, alcanzando un estado de simbiosis que nos ayuda a mantener la concentración y disfrutar del momento actual y presente. Sin agobios, sin prisas.
Con la práctica continuada de yoga notaremos cómo nuestra respiración cada vez es más profunda y nace desde el abdomen, no desde el pecho. Sentiremos esa sensación de alivio que solo el yoga proporciona, a través de las posturas y la espiritualidad que alcanzamos con los distintos ejercicios de concentración que practicamos.
Y qué mejor lugar que hacerlo con nosotros, en Soluna. ¡Te esperamos en cualquiera de nuestros centros!