Continuamos con nuestros post de yoga, esta vez sobre la postura de la grulla en Yoga, con el fin de que conozcáis al detalle cómo hacer esta postura y los beneficios que tiene a la hora de practicarla.
No es de las posturas más sencillas, pero tampoco de las más complejas. Con la práctica acaba convirtiéndose en algo sencillo pero sobre todo una postura que podremos dominar y a la vez disfrutar de sus beneficios.
Para empezar, la técnica de esta postura requiere que se comience de pie en tadasana. Luego, debemos flexionar las piernas y ponernos en cuclillas.
Una vez que estemos en cuclillas tendremos que separar las rodillas más o menos a la distancia de las caderas y pondremos las palmas de las manos apoyadas en el suelo flexionando de forma ligera los brazos.
Después de ello vamos a tratar de poner las rodillas cerca de las axilas, lo más que podamos, y nos inclinaremos hacia adelante levantando los pies del suelo. Parece complejo, pero tendremos que controlar nuestro equilibrio para poder estar así durante unos segundos y que sea efectiva.
La Bakasana o la postura de la grulla en yoga tiene una serie de beneficios importantes para nuestro cuerpo: primero, hace fuertes nuestros brazos y muñecas. Segundo, estira la parte superior de la espalda. Tercero, fortalece las abdominales. Y cuarto, como consecuencia de lo anterior, tonifica los órganos que se encuentran en el abdomen.
No es conveniente que las personas con problemas de muñeca y, sobre todo, las mujeres embarazadas realicen esta postura. Consulta a tu médico de cabecera si tienes alguna dolencia antes de realizarla.
Si quieres conocer más y disfrutar del a experiencia de practicar yoga visita cualquiera de nuestros centros Soluna o haz click aquí para solicitar más información o contratar clases. ¡Estaremos encantados de poder ayudarte e iniciarte en este apasionante mundo!