Siguiendo con las entregas que os prometimos la semana pasadas, tenemos una nueva postura de yoga: el loto. Es una Asana muy conocida en la práctica del yoga porque es la imagen icónica que suele representar a las figuras que existen de Buda en la mayor parte del mundo. Con esta postura se ejercita especialmente la concentración y la meditación.
No es la postura más sencilla, por lo que se debe haber trabajado cierta flexibilidad antes de poder llevarla a cabo para evitar lesiones y poder disfrutar del momento de meditación que proporciona. ¿Cómo se ejecuta?
En primer lugar tienes que partir desde una posición sentada y con las piernas estiradas. Luego, debes doblar la rodilla derecha y sujetar a la vez el pie derecho con las manos. Cuando partimos desde aquí, y siempre con el pie en alto, debes sentir que el fémur gira hacia la articulación de la cadera con el fin de que la rodilla derecha se adelante. Debes intentar colocar el pie derecho lo más alejado posible sobre el muslo izquierdo, para que el talón quede cerca del obligo. ¡Muy bien! Has llegado al medio loto.
Segundo, y tras tener colocado el pie derecho la rodilla izquierda debe flexionarse hacia afuera. Poner la rodilla derecha hacia el suelo, para hacer más sencillo que el tobillo izquierdo suba y pueda deslizarse sobre el muslo derecho. Si se repite el movimiento anterior, pero justo en el lado opuesto, conseguiremos que el talón izquierdo también se acerque al ombligo. ¡Por fin! ya tenemos los pies en alto sobre nuestros muslos de la pierna contraria. Ya hemos conseguido llegar al loto.
Si quieres que ésta postura de yoga y otras no tengan secreto para ti, visítanos en cualquiera de los centros Soluna donde nuestros monitores te acompañarán en este apasionante viaje para una práctica ancestral.